España y la amenaza de las especies exóticas

Néstor Arrabal Martínez
5 min readDec 28, 2019

Levantarse por las mañanas con el sonido de las cotorras argentinas es algo ya habitual en muchas ciudades españolas. También lo es la picadura del mosquito tigre en las poblaciones mediterráneas. Son animales que forman ya parte de nuestras vidas, pese a que pertenecen a otros continentes.

Pero, más allá de estas pequeñas molestias, ¿qué problemas suponen estas especies exóticas? La respuesta completa es múltiple e incluye varios factores, pero se podría resumir en la siguiente afirmación de la ONU: la introducción de estas especies en zonas fuera de su hábitat natural es la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el mundo.

Ahora bien, no todas las especies exóticas tienen los mismos efectos sobre el ecosistema en el que se introducen. Hay muchas que pasan desapercibidas y otras que verdaderamente se hacen notar. Estas últimas son llamadas especies exóticas invasoras y son las que dan más quebraderos de cabeza a los gobiernos.

Las especies exóticas, ¿una cuestión política?

En España, en 2007 se decidió regular mediante la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad el problema de las especies exóticas. En ella se definía qué era una especie exótica invasora y qué especies recibían esta consideración, a través de la Creación del Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras (CEEI).

En 2013, se publicó un Real Decreto para regular este catálogo y, desde entonces, ha sufrido varias modificaciones. En 2016, un recurso de Unidos Podemos ante el Tribunal Supremo obligó a incluir varias especies, como la trucha arcoíris o el arruí, cuyos ejemplares son muy apreciados para la caza y la pesca deportiva.

El PP, junto con Ciudadanos, PdeCat y el PNV aprobó el pasado abril una reforma de la Ley 42/2007, con el objetivo de permitir la caza, pesca, transporte y suelta de estas especies. Estos grupos aluden que los ejemplares de tales especies ya están plenamente naturalizados en España. A día de hoy, las modificaciones legales están siendo tramitadas en el Senado.

Parece pues, que, por ahora, la repercusión de las especies exóticos en España poco tiene que ver con el medio ambiente y mucho con el valor económico que puedan llegar a generar.

¿Tan importante es la cantidad de especies exóticas invasoras como para que discutan los políticos? Bueno, en el CEEI se recogen hasta 181 especies invasoras, aunque tan solo 150 están plenamente asentadas en España. La treintena restante corresponde a especies cuya presencia en España se prevé inminente u otras que se han visto en el país, pero todavía no se han reproducido.

Estos son los datos según el CEEI, porque si analizamos otras bases de datos, los resultados varían bastante. Por ejemplo, el recientemente creado GRIIS (Registro Global de Especies Introducidas e Invasoras), cifra la cantidad de especies exóticas asentadas en España en 261. ¿A qué se debe esta diferencia? El GRIIS se basa única y exclusivamente en publicaciones científicas, así que no depende de leyes ni de actuaciones políticas.

La posición geográfica de España facilita que las especies exóticas invasoras puedan llegar a través de varias rutas: el Atlántico, el Mar Mediterráneo, Europa o el estrecho de Gibraltar. Debido a esto, en España hay especies originarias de todos los continentes del mundo.

Actualmente, la mayoría de las especies exóticas asentadas en España proceden del continente asiático y Norteamérica, si bien esta distribución no siempre ha sido así y ha ido variando con el paso de los años. Sin ir más lejos, hasta antes del siglo XIX, el origen más común era Centroamérica, a causa de la llegada de españoles a la zona.

Según los datos del CEEI, además, se pueden establecer ciertos patrones de llegada dependiendo del tipo de especie del que hablemos. Por ejmplo, la mayoría de los crustáceos exóticos que viven en España son originarios de Norteamérica, mientras que las aves proceden, en gran parte, de Asia y África.

Los motivos de la introducción de estas especies exóticas invasoras son muy variados, aunque hay uno que destaca por encima del resto: el uso ornamental. No hablamos solo de plantas introducidas para formar parte de parques y jardines, sino también de algas, moluscos y peces empleados en la acuarofilia.

En los últimos años, también se ha producido un claro aumento del transporte como causa de introducción accidental, especialmente en el ámbito marítimo, pues los seres acuáticos pueden ser fácilmente transportados en los cascos y las aguas de lastre de las embarcaciones.

Este crecimiento del transporte como causa de introducción es imposible de entender sin el proceso de la globalización y la apertura de España al mundo en la década de los 70 y 80.

Una vez en España, su distribución no es ni mucho menos homogénea y hay regiones que sufren más el posible impacto de tales especies. Las zonas más castigadas son las del litoral, puesto que, tal y como hemos comentado anteriormente, buena parte de las especies exóticas invasoras llegaron a España a través del transporte marítimo.

Canarias es, tras Cataluña, la comunidad autónoma con un mayor número de especies invasoras. Su situación geográfica contribuye a ello, ya que no es solo un archipiélago, sino que, además, su latitud hace que varias especies autóctonas de Europa y el Mediterráneo sean foráneas en las islas.

El elemento que más preocupa de las especies exóticas invasoras para la opinión pública, es, sin duda, las consecuencias que puedan tener para el entorno, la propia, salud y las actividades económicas.

¿Existen motivos reales para la alarma social? Bueno, tan solo el 25,17% del total de las especies invasoras asentadas en España pueden llegar a tener efectos graves sobre nuestra salud o la de otros animales, ya sea a causa de su toxicidad o al ser potenciales portadores de enfermedades.

Como se puede apreciar en los gráficos, el problema reside en las modificaciones de los ecosistemas: predación de especies autóctonas, modificación de la composición del suelo, desaparición de especies, hibridación…

Eso sí, la situación podría ser aún peor. Y es que tan solo el 7,95% de las especies exóticas invasoras asentadas en España forman parte de la Lista de las 100 Especies Exóticas Invasoras Más Dañinas del mundo, creada por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Entre ellas, encontramos dos aves, cuatro invertebrados, dos peces, dos plantas y un reptil:

Obviamente, en los medios aparecen de vez en cuando noticias alarmistas sobre determinadas plagas de especies invasoras, pero, tras analizar los datos, se puede concluir que la situación en España dista mucho de ser dramática, siempre que se mantenga un control sobre las rutas de llegada.

Originally published at https://nestorarrabal.blogspot.com.

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Written by Néstor Arrabal Martínez

Periodista de formación y docente en proceso. Actualmente trabajo en la localización de videojuegos. Series cortas, películas largas y libros en papel.

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